Te explicamos cuáles son los tipos de apego, de dónde provienen y cómo identificarlos.
Por Aldair Téllez
Al igual que otros temas de salud mental como los lenguajes del amor y el fenómeno del burnout, los tipos de apego se han vuelto el último objeto de interés de un gran número de usuarios en TikTok. Posiblemente, se deba a la ola de conciencia sobre la salud mental que atravesamos y que a partir de la pandemia se ha potencializado. Lo cierto es que el apego como objeto de estudio en la psicología no es algo realmente nuevo, por el contrario. No obstante, aplaudimos el interés de las personas, hombres y mujeres, en este término que nos lleva a conocer más sobre nosotros mismos, entender un poco de nuestra psique y comenzar a trabajar en ella.
Es por eso que hemos reunido todo lo que necesitas sobre los tipos de apego y sus características para identificar similitudes con tu personalidad. No obstante, te sugerimos siempre acudir a un psicólogo o terapeuta certificado, pues él será quien podrá orientarte más al respecto, así como proporcionarte la ayuda necesaria.
¿Qué es el apego?
Uno de los expertos más asociados al tema es el psicólogo británico John Bowlby, quien elaboró la Teoría del apego, la cual explica que este permite que una persona consiga o entable proximidad con otra, generalmente a quien considera más fuerte y/o sabía. También sugiere que este comportamiento es en sí una necesidad innata del ser humano. De hecho, según Bowlby, el apego surge en los primeros años de vida de las infancias y es lo que motiva la búsqueda del vínculo entre el pequeño y sus padres o cuidadores. Así mismo, destaca que es fundamental, ya que proporciona seguridad, protección y apoyo emocional, en especial en momentos de estrés.
En su teoría, Bowlby también establece que son el tipo de vínculos que se forman con los padres los que marcarán el rumbo en la forma en que el infante establecerá vínculos afectivos con otros.
¿Cuáles son los tipos de apego?
En conjunto a las investigaciones de Bowlby, otros especialistas en psicología han determinado que existen cuatro distintos tipos de apego. He aquí cuáles son y sus principales diferenciadores.
Apego seguro
VERLa fiesta de los Oscar de Vanity Fair. Todo lo que pasa después de la premiación
Este tipo de apego se caracteriza por la confianza para explorar el mundo y entablar otros vínculos, en general, denota que una persona con apego seguro creció con padres o cuidadores que validaron sus emociones y estuvieron presentes e interesados en su desarrollo sin haber resultado en sobre protección.
Las personas con apego seguro tienden a relacionarse afectivamente con los demás sin problemas alguno, a poseer una autoestima saludable, entablar relaciones duraderas fundamentadas en la confianza y se sienten saludablemente cómodos con un estado de independencia.
Apego evitativo
Los niños con apego evitativo suelen tener problemas para distinguir sus emociones, pues con frecuencia han sido ignoradas por sus cuidadores. Además, es frecuente que presenten dificultades para establecer lazos afectivos con otras personas. Dado que sus padres no han satisfecho sus necesidades emocionales, las personas adultas que crecen con este tipo de apego, tienen tendencia a ser sumamente independientes, pues asumen que no pueden contar con el apoyo de otros, por lo que aprenden a ser autosuficientes. Al mismo tiempo, esto les causa dificultad para expresar sus emociones y necesidades, así como para comprender los sentimientos de otros.
Los adultos con apego evitativo presentan problemas para generar intimidad y confianza en una relación. También es común que rehúyan a los vínculos más serios en los que es importante hablar sobre emociones. Para ellos, el compromiso es motivo de miedo.
Apego ansioso-ambivalente
Este tipo de apego se distingue por una necesidad excesiva por apoyarse en otras personas. En concreto, suele asociarse a infancias en las que hubo un padre o madre ausente, mientras que el único cuidador fue sobre protector.
En la adultez, las personas como apego ansioso tienden a sentirse inseguros en sus relaciones, a buscar constantemente la validación de su pareja y sentir miedo o angustia ante la mínima posibilidad de abandono o separación. La falta de autoconfianza también suele acompañar al apego ansioso. En una relación de pareja, les cuesta trabajo establecer límites, pues siempre buscan que el otro esté contento, en lugar de priorizar su bienestar. Además, es posible que se desarrolle cierta dependencia emocional.
Apego desorganizado
Podríamos describir este tipo como una combinación entre el apego evitativo y el ansioso, resultado de una infancia confusa en la que los vínculos con sus cuidadores generan emociones contradictorias, por ejemplo, miedo, pero también tranquilidad. Al mismo tiempo se distingue por un estilo de crianza negligente en el cual los padres no satisfacen las necesidades de las infancias, por lo que surge desconfianza hacia ellos —también suele asociarse a niños o niñas que han experimentado situaciones traumáticas o de abuso—.
En la edad adulta, este tipo de apego se puede reflejar en vínculos contradictorios en los que se desea relacionarse con otros, pero se presenta cierto rechazo a la intimidad o a hablar de emociones profundas. También tienden a generar relaciones conflictivas y a tener problema para regular sus propias emociones.
Fuente: GQ
