12 maneras de identificar a un psicópata

Te contamos cómo se suelen comportar estas personas en pareja o en el entorno laboral para que puedas reconocerlas y protegerte de ellas

La psicopatía es un trastorno de personalidad y se caracteriza por existir alteraciones en la conducta, como por ejemplo falta de afecto a los demás, falta de empatía, ausencia de remordimiento y un mal manejo de la emoción de la ira. Las personas psicópatas tienden a ser personas muy manipuladoras y también muy individualistas. De esta manera, presentan un comportamiento intensamente narcisista y no son capaces de responsabilizarse de ninguna de las conductas o actitudes que tienen, en este sentido.

El trastorno por psicopatía tiene varios orígenes. Puede producirse debido a que existen alteraciones cerebrales, pero también los factores genéticos pueden ser responsables de esto. De una manera psicológica, aquellas personas que han tenido traumas en la infancia, como abusos emocionales y sexuales, también pueden cursar a veces con trastorno narcisista de la personalidad con psicopatía integrada.

¿Cómo se define la psicopatía?

En el manual diagnóstico actual (DSM-5) no introduce la figura de la psicópatía dentro de lo que se denomina enfermedad. Por tanto, ahora mismo no podemos saber con claridad cuál es este diagnóstico. Sin embargo, los últimos estudios dicen que el trastorno por psicopatía está relacionado con el trastorno antisocial, que sí que es una enfermedad. Es decir, aunque el psicópata cursa con unos aspectos muy negativamente conductuales, aún no sabemos todo acerca de la complejidad de este tipo de conducta.

No obstante, las últimas investigaciones indican que estas personas reaccionan muy impulsivamente o tienen una manera muy indiferente de sentir en situaciones en las que deberían percibir mucha más empatía y sí que es verdad que los rasgos de la psicopatía tienen conductas en lo cotidiano que nos hacen indicar que realmente padecen una enfermedad mental.

– Leer más: Trastorno de personalidad perversa y narcisista: señales que delatan

¿Es una enfermedad o un rasgo de personalidad?

Son tantos los rasgos de personalidad que tiene el psicópata y son tan sumamente patológicos que, desde mi punto de vista, está a punto de considerarse una enfermedad mental. Parece que la línea roja está en analizar si las conductas son conscientes o estas personas actúan de una manera inconsciente, pero ya digo que estamos todavía en estudio acerca de esto.

Estudios recientes están centrando todo su interés en indagar sobre cómo es la corteza prefrontal de estos individuos y se está viendo que hay estructuras que están alteradas, lo cual podría explicar este patrón afectivo y conductual de un psicópata. Se está analizando con las técnicas neurológicas, sobre todo de neuroimagen. Esto trata de determinar si hay causas de base, para saber si nos encontramos ante una patología o de una enfermedad o, en cambio, ante una forma particular de ser y de sentir que estaría más dentro de lo que son unos rasgos de carácter anómalos, aún no se diagnostican como una enfermedad mental.

 ¿Se puede ser un psicópata y no saberlo?

Para responder a esta pregunta tenemos que centrarnos en cómo es el cerebro de un psicópata y actualizar los datos objetivos que las investigaciones nos están facilitando.

En muchas series de televisión, en el cine o en la literatura muestran como protagonista la figura de un psicópata. Entonces nos preguntamos si funciona el cerebro de forma diferente y los datos nos aportan que entre un 1 y un 2% de la población mundial es psicópata.

La figura del psicópata en la sociedad sigue siendo muy abstracta, pero según estudios de la Universidad Columbia Británica en Canadá, por ejemplo, el 25 por ciento de la población reclusa masculina cumple con criterios de este diagnóstico. Al ser la psicopatía un trastorno o alteración de la personalidad son la mayoría conscientes de sus actos y aparentemente parece como si decidiesen con total libertad actuar con el repertorio de conductas de un psicópata.

Nos estamos dando cuenta en terapia que no es posible modificar las conductas por medio de la reflexión o de la educación e incluso a veces tampoco reparan sus conductas por medio de los castigos.

Los estudios más recientes sugieren que el cerebro de un psicópata procesa la información de manera diferente y reacciona ante la información de manera muy distinta a quien no sufre de esta alteración. Parece ser que hay variaciones del tamaño de algunas estructuras cerebrales, como por ejemplo la amígdala cerebral, que es una parte del cerebro que está relacionada con los sentimientos de culpa y empatía, totalmente esenciales para comprender lo que sienten los demás.

También es cierto que hay una ausencia de oxitocina, que es una hormona encargada de generar empatía para con los demás y auto empatía con uno mismo y al carecer de esta hormona, los psicópatas no son capaces de reconocerse como tales habitualmente. Lo más común es que sean otras personas que están fuera, como familia o amigos, los que hagan un diagnóstico y vean que esa persona se conduce de manera alterada. En definitiva, un psicópata suele no saber qué es psicópata.

Siguiendo con esto se puede ser psicópata y no saberlo ya que el psicópata es alguien muy frío y sin sentimientos que parece que siente placer cuando, por ejemplo, mata o hace daño a alguien. Sin embargo, los estudios concluyen que la mayoría de los psicópatas no disfrutan asesinando, lo que ocurre es que hay un tipo de psicópata en el que predomina el componente sádico que sí disfrutan con en el daño ajeno. El resto, los que no tienen este componente sádico, no disfrutan, simplemente actúan porque no se pueden controlar; lo consideran “normal” pero sin la intención de hacer daño a los demás, ya que los demás no les importan ni tan siquiera para hacerles daño.

Hay rasgos muy comunes a todos los psicópatas como es la frialdad emocional o la ausencia de empatía; la gran frialdad con la que calculan ya que son muy calculadores; su egocentrismo; su gran poder para la manipulación, incluso usando la mentira o la seducción para sus propios objetivos, sin importarles para nada el sufrimiento o dolor de otras personas puesto que lo desconocen.

¿Podemos convivir con una persona psicópata y no darnos cuenta?

Un psicópata, por lo general, es una persona con un plan clarísimo desde el principio de las relaciones que establece con alguien. Todo está organizado y diseñado de una manera muy calculadora en su mente, cuando se relaciona tanto en pareja como en el trabajo o en familia. Cuando alguien tiene un perfil de personalidad psicopático va a intentar siempre lograr sus objetivos, por supuesto sin anteponer los sentimientos en ningún momento.

Los psicópatas dan muy poca información respecto a su persona. Puedes pasar años y años estando a su lado, conviviendo con ellos, sin saber nada o casi nada, por ejemplo, de su pasado y sin darnos cuenta de que las cosas que cuentan o las cosas que hacen son mentiras planeadas desde el principio.

Por tanto, la víctima del psicópata no se va a dar cuenta, si no es porque esté informada del perfil del psicópata. Esta información del perfil de los psicópatas es el diagnóstico del siglo XXI, el que estamos generando los clínicos en los últimos diez años, que es lo que va a aportar a la humanidad tener información suficiente como para empezar a ver que la mayoría de las situaciones en las que hay conflicto con otras personas, que nos llevan a tener e incluso trastornos por estrés postraumático, son a consecuencia de haber estado viviendo y conviviendo con personas psicopáticas, que han tenido conductas que nos han hecho muchísimo daño, en ocasiones, llevando a otras personas a la enfermedad mental e incluso el propio suicidio.

¿Cómo se comportan los psicópatas en pareja? ¿Y en el trabajo?

Un psicópata tiene rasgos de personalidad que se repiten tanto en pareja, como en trabajo, como en familia y entre amigos, por ello, el comportamiento es similar.

El perfil de un psicópata está compuesto por unos rasgos psicopáticos que nos pueden ayudar a saber si la persona con la que estamos viviendo está dentro de esta condición. No es fácil porque las personas psicópatas suelen resguardarse mucho, es decir, se enmascaran para que nadie se dé cuenta de su manera de ser. Sin embargo, si nos fijamos en algunas variables de su comportamiento, podremos empezar a desenmascararlos.

  1. Se comportan con encanto, es decir, suelen ser muy agradables con los demás y dan una primera impresión muy atractiva hacia nosotros. Normalmente levantan pasiones amorosas y también laborales, porque todos tienden a tener muchísimo carisma y muchísimo encanto.
  2. Todos los psicópatas tienen una necesidad obsesiva de riesgo. Generalmente presentan una emoción por hacer cosas extremas muy intensa. Aman el riesgo ya que necesitan la adrenalina porque son extremadamente intolerantes a la rutina. De esta manera observaremos, en pareja, que estamos con personas que hacen cosas de alto riesgo como deporte o estar siempre en la línea muy fina ante el peligro; y en lo laboral, si son jefes extreman los riesgos a nivel laboral como, por ejemplo, haciendo proyectos en los que se pueden perder grandes cantidades de dinero.
  3. Otro rasgo de comportamientos es la mentira patológica. Son mentirosos a todos los niveles y en todas las situaciones. En lo emocional, en pareja por ejemplo son personas que pueden estar del lado de la infidelidad continuamente, teniendo una, dos o más amantes e incluso teniendo familias paralelas. En el ámbito laboral, pueden estar haciendo mil corrupciones del tipo de estafas económicas y jamás darnos cuenta hasta que llega un día en el que los desenmascaramos.
  4. Los psicópatas presentan una elevadísima autoestima. Tienen una imagen de sí mismos muy exagerada porque tienen un ego enfermo que hace incluso que no se cuestionen cosas que son moralmente cuestionables.
  5. El psicópata tiene un rasgo de personalidad altamente manipulador, sobre todo, es un rasgo de los psicópatas narcisistas. Les gusta tener poder frente a los demás para alcanzar sus objetivos, juegan con la verdad de los otros, a pesar de que todo ello pueda ser perjudicial. En la pareja, por ejemplo, a través de las mentiras y del control manipulan para conseguir lo que quieren del otro. A nivel laboral lo mismo. Son capaces de utilizarnos como marionetas, tanto en lo emocional como en lo laboral, para conseguir sus metas.
  6. Cursan también con una ausencia o falta de culpabilidad tanto en la pareja como en lo laboral porque, a pesar de que sus conductas lleguen a tener un impacto muy negativo en la vida de la pareja o en la de sus trabajadores, la realidad es que al psicópata no tiene ningún sentimiento de culpabilidad en hacer lo que quieran hacer. Siempre racionalizan y justifican sus comportamientos y lo que hacen es que ponen la responsabilidad en la otra persona: en la pareja o en sus trabajadores.
  7. Exteriorizan sus afectos de manera muy superficial. Son personas que no muestran sus emociones. Aunque te digan que te quieren en pareja o te aceptan en lo laboral, lo que dicen no concuerda con lo que hacen. De hecho, no nos lo creemos, e incluso genera muchísimo rechazo porque no vemos que haya coherencia entre lo dicho y su comportamiento, que muestra todo lo contrario. Aunque a veces sí que exteriorizan sus emociones, pero suele ser de duración muy corta y de forma muy superficial.
  8. Tienen un estilo de vida que le llamamos muy parasitario, solamente mirando su propio beneficio. Suelen parasitar a la pareja y a los trabajadores de tal manera que sentimos que no se esfuerzan en su vida. El perfil de un psicópata en pareja, por ejemplo, es el del que se aprovechan de la otra persona económicamente; de la misma manera que se puede aprovechar económicamente de sus trabajadores y manipularles en las horas de trabajo o incluso bajándoles el sueldo o coaccionándoles.
  9. El psicópata tanto en la pareja como lo laboral no sigue las reglas. Luchan por saltárselas la mayor parte del tiempo. No sigue las normas, las incumplen puesto que tienen un sentimiento de superioridad hacia los demás y deciden que las reglas son para la pareja o para los trabajadores, pero no para él mismo. De esta manera también se pone en evidencia la manipulación y el control que tiene sobre nosotros.
  10. En la pareja tienen un comportamiento sexual muy promiscuo. Si nuestra pareja es un psicópata, todo es un riesgo. No se preocupa por la emoción de la pareja y, generalmente, la engaña con otras personas porque cree que se lo merece, violando todo tipo de compromisos. En pareja, puede llegar a tener relaciones sexuales, sin tener ningún tipo de protección con extraños, utilizan el sexo para conseguir sus objetivos y les da exactamente igual aportar quizá a su pareja una enfermedad de transmisión sexual. De la misma manera, puede engañar a sus trabajadores y, en ese sentido, los jefes psicópatas son aquellas personas responsables de abusos emocionales e incluso abusos sexuales en el trabajo.
  11. Tienen unos problemas de comportamiento altísimos, tanto en pareja como en lo laboral. Son personas que suelen ser muy violentas, que abusan de sustancias como alcohol y drogas. Todas las adicciones están muy correlacionadas con la psicopatía. Y si en pareja, triangulan, siendo capaces de preferir noches fuera, en las que hay drogas, cocaína y muchísimo alcohol, sin importarles lo que la pareja sienta. Y en el trabajo, son los típicos jefes que abusan de cenas y comidas, pasando elevadísimas facturas en las empresas, manipulando y diciendo que son dietas de trabajo, cuando en realidad son lo que los psicólogos llamamos “actings out” para conseguir los objetivos de sus trabajadores y premiarles o mentirles a través de estas cenas o comidas de lujo.
  12. Y, por último, está la falta de responsabilidad que nosotros llamamos irresponsabilidad afectiva porque jamás cumplen sus promesas y es muy difícil que tengamos confianza con ellos, porque de manera continuada violan los compromisos, con respecto a cumplir su palabra. De tal forma que estamos siempre con ellos, con una sensación de inseguridad continua.

¿Cuál es la mejor manera de 'lidiar' con un psicópata?

En líneas generales, la intención para sobrevivir a estas personas es tratar de dejar la relación atrás y evitar ese tipo de relaciones, pero en los casos en que no podemos hacerlo porque estemos en pareja o por trabajo, a veces es mejor aprender a lidiar con ellos porque, en realidad, podemos encontrarnos muchos psicópatas en nuestra vida. Hay momentos en los que nosotros, como empáticos, tenemos que ver si realmente nos interesa y hacer lo que se llama intención paradójica o contra psicología, que es una especie de manipulación empática para nosotros mismos saber cortar estas relaciones. En caso contrario, estaríamos continuamente dejando atrás lo que no hemos aprendido hacer y encontrándonos con nuevos psicópatas en nuestra vida sin saber qué hacer con ellos.

El primer paso es mantener nuestras emociones bajo control, es decir, como el psicópata manipula para su beneficio, no podemos bajo ningún concepto mostrar absolutamente nada de nuestras emociones; no podemos perder la calma ya que cuando lo hacemos damos muchísimo más control a un psicópata, sobre todo, un psicópata narcisista. Entonces la tranquilidad y la frialdad afectiva nuestra, sin mostrar absolutamente ningún sentimiento, ni hablarles absolutamente de cómo nos sentimos es una manera de cortar el daño que nos pueden producir. Para eso los psicólogos hemos ideado una técnica que es la piedra gris, que es relacionarnos con ellos como si nosotros fuésemos psicópatas, es decir, no mostrar absolutamente ningún sentimiento, ni hablar absolutamente de nada privado nuestro.

Otra de las técnicas es no mostrar bajo ningún concepto nuestro miedo o sentirnos en inferioridad ni ser sumisos con ellos. Los psicópatas suelen muchas veces estar con nosotros, tanto en pareja como en el trabajo, con coacción, intimidación, amenaza. Hemos de ser firmes en nuestra actitud y no mostrar el temor, sino hacer todo lo posible para que ya sientan que les hemos desenmascarado y que el problema lo tienen ellos, no nosotros.

Otra de las técnicas es no creerles. No creer absolutamente nada de lo que nos cuente, ni compromiso emocional en pareja; ni compromisos profesionales ni laborales en el trabajo. Los psicópatas tienen en común el rasgo de inventarse historias para intentar disuadirnos a los demás y utilizarnos como víctimas. No mostrar ningún tipo de simpatía hacia ellos, por lo que pueden contarnos un montón de historias, pero nosotros no nos las podemos creer, aunque sean fácilmente creíbles, saber que todo es irreal y seguramente va a ser una mentira para manipularnos y utilizarnos.

Por último, tenemos que desarrollar nuestra fuerza mental y emocional. Es decir, para poder afrontar un psicópata, debemos de forjarnos una personalidad y una actitud férrea. No movernos de nuestro sistema de valores y utilizar nuestro sistema de valores empático como una coraza, una fuerza que nos haga no movernos de nuestro sistema de creencias y no dudar de nuestra personalidad. Saber que somos víctimas de ellos y que no nos pueden mover la personalidad.

En la línea de lo que he dicho de la fuerza mental y emocional, trabajar muchísimo en nuestra autoestima y en las inseguridades que ellos nos provocan porque nos hacen dudar de nosotros mismos. Nuestro autocuidado y nuestra firmeza es la principal arma que podemos tener para poder actuar ante sus manipulaciones.

Fuente: Hola

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